Hola.

Son las 7:45, llevo una hora despierta porque hace aire, los estudiantes de arriba algo se han dejado abierto que da portazos y de oírlo me he despertado. Llueve, hace una madrugada inquietante y los gatos están nerviosos. Les he abierto la zona de estar donde no entran si no estamos nosotros. Todo bien.

Creo que he medio dormido 5 horas, pero no estoy cansada. La Crock Pot está preparando unas lentejas que, pese a que la cantidad de chorizo me hace pensar que en Crockpotting tienen un estómago de acero, espero estén deliciosas.

Y me he puesto en el ordenador porque quiero adelantar trabajo. Sí, un domingo y sin dormir. ¿Qué pasa? Unos se van de excursión, otros trabajan.

Doy clases en la universidad como asociada, lo que es prácticamente un hobby, y tengo una vida profesional muy completa. La familiar ya tal, porque ambos estamos siempre trabajando. Y así será hasta que llegue… el peque.

He tenido varios blogs: uno para hablar de mi trabajo, otro para hablar del camino hacia la adopción de nuestros hijos, y un tercero para hablar de cómo me lo monto para comer bien sin pasarme el día en los fogones. Además, dibujo.

Pero tenía ganas de reservar un espacio para todo aquello que quiero contar sin tener que pensar en qué categoría lo meto o en qué blog encaja mejor. De modo que aquí estoy, para compartir contigo mi día a día, un estilo de vida con el que cualquier mujer con inquietudes profesionales, culturales, familiares podrá verse reflejada.

Esto se resumiría así: quiero hacer tantas cosas en la vida que no puedo, no quiero limitarme a un trabajo que me pague los recibos y a casa a hacer la cena. Estoy en quince cosas a la vez y siempre tengo ideas nuevas. Me gusta tanto lo que hago que acabo liando a mis amigos en mis proyectos, ya sean profesionales o aficiones. Soy activa y creativa, me aburre lo convencional, y no quiero renunciar a nada. ¿Y entonces de dónde saco el tiempo? ¿Es que no tengo vida? Por supuesto que la tengo, pero mi vida fluye por otro camino. No es el tuyo, ni el suyo, es solo el mío. Tengo la vida que he escogido, y aquí te contaré cómo la vivo.

Ya son las 8:00. Me pongo a trabajar mientras la casa sigue llenándose de olor a guiso de cuchara y mi laca de uñas espera pacientemente a que yo encuentre un hueco y la ponga otra vez a reinar sobre mis dedos tecleantes.